GEOPOLÍTICA
Fronteras
Cuando aborda el tema de las fronteras en la cuenca del Caribe, uno se encara casi siempre con la dicotomía espacio insular/espacio continental. La gran mayoría de las delimitaciones son recientes a escala histórica, dos siglos como máximo, pero muchas veces 100 años, o menos. Las fronteras fueron contemporáneas de las independencias del principio del siglo XIX tanto para los países del istmo y como para los del norte de América del sur. Fue a la vuelta de los años 1850 cuando se trazó la frontera americano-mejicana como consecuencia de compras y de las guerras de Texas y California. A veces, los conflictos bélicos fueron importantes para la delimitación, como fue el caso entre Haiti y la República Dominicana, los cuales permitieron que la primera república negra ganara 25% de su actual territorio. En los demás países del Caribe insular, los litigios y tensiones atañen, ante todo, al derecho marítimo o, en unos pocos casos, a las tentativas de secesión de algunas islas como Tobago que reivindica cierta autonomía frente al gobierno de Trinidad. En el continente, el carácter reciente de esta historia y el entorno físico caótico engendran incertidumbres, a veces reivindicaciones territoriales y, al máximo, tensiones seguidas de exhibiciones de fuerzas. Aquello no debe de sorprender porque casi siempre, una frontera es el resultado de un proceso en tres etapas: “la cesión de un territorio, la delimitación y por fin la demarcación gracias al amojonamiento"1 salvo en unas pocas situaciones exceptionales. El enterno orografico y climatico complica en la zona el trazado de las fronteras y contribuye a que persista una confusion sobre ciertas lindes. En tales circunstancias, en casi todos los estados, son pocas las ciudades fronterizas, y hasta escasas en la parte oriental de los países del istmo que son menos extensos. Existen intercambios transfronterizos, pero no han ocasionado una verdadera actividad económica de importancia, excepto en unos casos excepcionales como en la frontera entre México y los Estados Unidos. 1. La construccion de las fronteras1.1. Tentativas de creación de grandes entidadesA principios del siglo XIX, las élites criollas blancas de las colonias españolas reivindicaban su independencia en casi todo el continente americano. Sus modelos eran la accesión a la plena disposición de su destino por parte de las Trece colonias norteamericanas y la Revolución francesa. La gran mayoría de los dirigentes de los movimientos independentistas estudiaron en el viejo continente, y por tanto mantuvieron contactos con los escritores del Siglo de las Luces como lo hizo Simón Bolívar, y hasta combatieron algunos en los ejércitos revolucionarios como Francisco de Miranda, líder de la primera guerra de independencia de Venezuela contra la monarquía ibérica (1811). Su ideal era el establecimiento de grandes naciones que dieran la palabra al pueblo, sin que éste fuera claramente definido. La gran mayoría de las élites urbanas que provenían del mundo hispánico ambicionaba dirigir los asuntos públicos pero no estaba dispuesta a compartir el poder con los peones, campesinos más o menos mestizados que guardaban las tradiciones y culturas del mundo amerindio.
Como ejemplo, se puede citar el caso de la frontera entre México y Guatemala que se concertaron para una delimitación en 1822, la cual no fue definitiva sino en 1889. En los mapas se observa entonces una separación entre Soconusco y Chiapas, es decir entre los indios Keckchi y Tzoltzil. 1.2. El Estado-nación, una utopíaSi las élites criollas blancas eran el motor de las independencias, constituían una minoría numérica y principalmente urbana. Sin embargo, dadas las superficies, las ciudades eran pocas, con un peso demográfico ínfimo , excepto México que contaba con 250 000 o 300 000 habitantes durante el siglo XVI. En otras partes del istmo, la ciudad de Trujillo, puerta de entrada de Honduras no albergaba sino a 20 familias de origen española, lo que representaba apenas 150 personas. En Costa Rica, poco antes de la independencia, identificaron a 80 familias en Cartago sobre 8000 habitantes, o sea 300 a 400 personas. El resto de la población lo constituían individuos profundamente mestizados o etnias amerindias (mayas, garifuñas, misquitos….) porque si los pueblos indígenas padecieron una grave crisis demográfica cuando llegaron los Europeos (caída de un 80% a causa de las guerras, abusos, y todo tipo de combates y crímenes, pero sobre todo los diezmaron las epidemias a las cuales no eran inmunes), a pesar de todo supieron formarse de nuevo, pervivir y desarrollarse. En el istmo encontraron un refugio en las densas selvas sempervirentes o en los manglares de la baja costa del mar Caribe. Resistieron a la invasión, a la dominación colonial, como en el caso de los últimos Mayas del Reino de Tayasal que no fueron vencidos de manera definitiva sino en 1697, es decir 170 años después de la llegada de los españoles.2 Muchos historiadores se interesaron por la “ La guerra de los cien años” en la que se enfrentaron los reinos de Inglaterra y Francia, pero aquella dura lucha para sobrevivir en el continente americano permaneció ignorada y, sin duda, un día u otro, otros casos similares saldrán a la luz. Aquella resilencia, y aquellas luchas ilustran cómo un gran número de amerindios intentaron quedarse al margen de la colonización. Las capas superiores, sobre todo aztecas o mayas, sin duda se introdujeron y participaron en la vida de los recién llegados que en todo caso no hubieran podido sobrevivir sin su ayuda, pero la gran mayoría siguió viviendo según sus propios pasos y tradiciones.3 1.3 El trazado de las fronteras: un legado histórico de la organización de las posesiones españolas.Al no existir un fuerte sentimiento nacional, los antiguos deslindes vinculados a la dominación española sirvieron a posteriori para delimitar las fronteras. Los límites eran confusos, hubo enfrentamientos entres los distintos poderes, pero desde aquel momento nacieron territorios y trazaron fronteras en los mapas , pero veremos que la realidad fue mucho más complicada. Al principio, las grandes estructuras eran los virreinatos que luego fueron fraccionados en distritos más pequeños para permitir el control de las poblaciones: así nacieron las Capitanías y las Audiencias de menor importancia con pocas competencias. En la zona que estudiamos, había dos virreinatos, él de Nueva España cuyo centro era México, y él de Nueva Granada que engendró la efímera Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador). La Nueva España venía dividida en Capitanías, entre las cuales la Capitanía General de Guatemala era la más importante y cuya autoridad se ejercía en los actuales estados de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Así fue que una superficie de casi 430 000 km² se encontraba bajo el control de un solo hombre y de una administración no muy bien organizada. A un nivel más bajo, existían las Audiencias que se formaron en torno a ciudades como Tegucigalpa o San José. Aquellas circunscripciones sólo tenían una función jurídica: allí era donde se resolvían los litigios entre personas y los actos delictivos. Se puede notar que las Audiencias, a pesar de todo, abarcaban superficies importantes, por lo que las reglas que prevalecían en España y su control no eran necesariamente válidos en el istmo centro-americano. Los terratenientes y sus secuaces mantenían su orden particular sin ninguna consideración para los campesinos. 2. Delimitaciones y toma de posesión de los territorios.2.1 Un siglo de desacuerdos y tratadosCuando nacieron los Estados, predominaron las antiguas delimitaciones, visto que los Criollos intentaron mantener su dominio sobre tierras y hombres, sin embargo, debido a que su control era escaso, a pesar de lo que se haya podido decir sobre el número de criollos blancos, aquellas delimitaciones quedaron incompletas. Durante el siglo XIX aquella situación generó tensiones, guerras y rectificaciones. Así, basándose en la cifras de Michel Foucher, se nota que el 30% de los trazados retoma las delimitaciones anteriores al siglo XIX y que el 10% es posterior a 1914, fecha de la apertura del canal de Panamá. Se puede concluir entonces que el 60% de los trazados fronterizos fueron definidos entre 1821 y 1914. En esta zona fueron mínimas las modificaciones. Entre las 38 díadas (fronteras), 14 fueron establecidas como consecuencia de arbitrajes internacionales. Muchas veces, fueron los soberanos o responsables políticos europeos quienes actuaron como mediadores entre dos entidades. El zar Alejandro III logró que se determinara la frontera entre Francia y los Países Bajos en el río Maroni entre Guyana y Suriname. En 1900, el Presidente de la República francesa, Emile Loubet, contribuyó a que Costa Rica y Colombia aceptaran la soberanía de ésta última sobre varias islas más o menos próximas del litoral ( por ejemplo: la isla de San Andrés que pasó bajo la autoridad de Colombia. Sin embargo, hasta la fecha este deslinde siempre ha sido objeto de reclamaciones). En 1906, se delineó la frontera ente Nicaragua, independiente desde 1836, y Honduras, a lo largo del río Coco gracias a la mediación del rey de España, Alfonso XIII. Por fin, como último ejemplo, se estableció en 1941 la frontera de 2 219 km entre Colombia y Venezuela gracias al tratado López de Mesa. Hubo pocas dificultades en el archipiélago. El último límite errático fue entre la República Dominicana, y Haití que vio duplicarse su superficie en 250 años. Otro protagonista desempeñó un importante papel en las delimitación de las fronteras. Como era de esperar, se trata de los Estados Unidos, dado que son autores del 46% de los trazados. Actuaron con frecuencia bajo forma de presiones para garantizar los intereses de las grandes compañías bananeras o para crear el Panamá a costa de Colombia. 2.2 Un embrollo geográfico.Las condiciones orográficas y climáticas, sobre todo biogeográficas resultan ser, la mayoría de las veces, un obstáculo a la delimitación de las fronteras entre dos Estados, en particular para el trazado y el amojonamiento. En la parte occidental del istmo centro-americano, existen macizos montañosos con una dirección longitudinal que no favorece los límites definidos: las cordilleras tienen, en mayoría, una dirección noreste/suroeste, cuando las fronteras tienen trazados oeste/este. La línea fronteriza podría seguir las cimas de los bloques levantados o los valles provocados por los hundimientos tectónicos, pero en la región se afrontan las placas tectónicas como las de Cocos, la de Nazca y la del Caribe, la del Pacífico , y la del Atlántico con efectos menores en este caso. El juego de las placas genera una intensa actividad sísmica y volcánica (seísmo de magnitud 7,1 el 17 de septiembre de 2017, seguido por una réplica de igual magnitud el 22 de septiembre en el sur de Oaxaca en México). Sucede que los volcanes se sitúan cerca de las fronteras como el Tajulmaco (4220 m) que está a menos de 20 kms de la frontera mexicano-guatemalteca. En este sector se encuentra también el Tacama (4091 m) situado en la misma delimitación. Todavía son muy activas estas elevaciones y sus coladas de lava pueden modificar los trazados. Conviene añadir las consecuencias de las corrientes de lodo que provocan de manera recurrente las fuertes lluvias tropicales durante la temporada de lluvias. En todas partes, en los Estado centro-americanos, excepto el norte de México que es una región semidesértica y hasta desértica, dominan los biotopos densos: selvas húmedas, supervirentes, tropicales o ecuatoriales. Aquellas zonas poca pobladas resultan difíciles de controlar. La larga frontera de 2219 kms entre Venezuela y Colombia o entre Venezuela y Brasil se sitúa en la selva profunda. El único entorno palpable que pueda servir de frontera será un río o las pocas cimas montañosas. Paradójicamente, ocurre que es la llanura al pie de la Sierra Perija, y no la línea de cresta que constituye el límite, en el norte, entre Venezuela y Colombia. En el sur, la frontera sigue el curso del Río Arauca y gran parte del Río Negro. Pero surge una dificultad ya que para un río determinado, pueden cambiar los nombres, y a veces es difícil distinguir lo que se refiere al trazado principal o a un afluente. Un caso ejemplar de imprecisión, tratándose de los límites de las soberanías nacionales, fue él del fallecimiento de dos gendarmes franceses en Guyana, muertos durante enfrentamientos contra los buscadores clandestinos de oro . El principal sospechosos era brasileño y pretendió haber estado en su territorio nacional, Brasil se negó entonces a extraditarlo. A fin de cuentas se nota que son los ríos y cursos de agua los que contribuyen principalmente al trazado de las fronteras y representan el 60% de los límites. En la parte oriental del istmo la topografía se resume en una extensa llanura de manglares, es un inmenso pantano que progresa al ritmo del crecimiento de la vegetación y de la marea. El ejemplo más significativo es él del “Tapón de Darién”, extensa zona de 160 km de largo y 80 de ancho situada entre Panamá y Colombia, que al sur es una llanura pantanosa, y al norte una región montañosa (del lado panameño) cubierta con una densa selva sempervirente y que culmina a unos 1700 metros. Es la única región del continente que no beneficia de ninguna infraestructura vial: no pasa por ella la carretera panamericana que se interrumpe durante casi 100 kms entre Yaviza, pueblo de 1700 habitantes, (cifra estable desde hace 30 años) en el norte, y Lomas Aisladas en el sur. Los únicos modos de transporte disponibles en la zona son las lanchas en los ríos y el avión. El tapón de Darién también ha sido famoso por albergar a grupos armados como los FARCS que se desplazaban a pie sin peligro y a narcotraficantes que dejaron aquí y allá algunas villas abandonadas. La región tiene fama de ser una de las más peligrosas del mundo. Para ir de Colombia a Panamá, lo más sencillo es tomar un barco para una travesía de 10 a 12 horas. En tales condiciones, el trazado de la frontera es teórico pues ¿cómo colocar hitos fronterizos que estarán cubiertos de vegetación en pocos meses, visto que las densidades humanas en la zona son inferiores a 1 habitante para cada km/2?
Foto 1: El corcho de Darien
Fuente: voyage-colombie.com
Tabla nº 1 : Fronteras terrestres y fronteras fluviales
2.3. Un control del territorio bajo responsabilidad de los militares.La frontera permite a un estado delinear los límites de su soberanía. Tras la asignación efectiva de tierras, los militares se encargan de la presencia real del Estado. Entonces, la frontera ve multiplicarse los fuertes, las ciudades militares (cuarteles, concentración de recursos materiales), las patrullas, que son todos símbolos de la potencia estatal, y por lo tanto del control del espacio. Por definición, los ejércitos se alinean frente a frente a lo largo de la frontera y en período de tensión pueden aumentar los riesgos de enfrentamiento. Durante varios decenios, estuvieron frente a frente los ejércitos de Belice, antigua colonia británica sustraída a Guatemala en el siglo XIX, y las tropas guatemaltecas . El apaciguamiento y el reconocimiento de la frontera sólo datan de unos pocos años. Hasta hoy , esta situación, efectiva sólo en 1991, no se ha oficializado en los mapas, pero empezó el amojonamiento.Algunos límites, todavía disponen de una fuerte presencia militar. Es el caso de la separación entre México y los Estados Unidos que, más que nunca, figura en la portada de los medios de comunicación, no tanto por las infraestructuras militares y las patrullas, sino por la construcción del famoso muro de 2000 kms que proyecta edificar el Presidente Trump (es de notar que parte de aquel muro, ideado como un obstáculo a la inmigración de las poblaciones del istmo, ha sido edificada bajo los dos mandatos de Barak Obama). Al lado del ejército que controla la zona, se observa la proliferación de milicias más o menos oficiales e incluso de grupos armados de autodefensa incontrolados.
Fotos 2 y 3: la frontera entre Mexico y los Estados Unidos
Fuentes: wikipedia, grazia 2018
La otra línea fronteriza donde se puede observar une fuerte presencia militar es la de la frontera entre Venezuela y Colombia. El norte, a lo largo del golfo de Maracaibo y los alrededores de la ciudad de Cucuta a 800kms en el sur del Caribe, son objetos de una estrecha vigilancia, porque allí es donde los intercambios, los tránsitos , los movimientos de población son los más densos. El sur es el mundo de la selva ecuatoriana. Durante largo tiempo, los grupos armados como los Farcs o los escuadrones de extrema derecha se desplazaron en ella en función de los enfrentamientos con el ejército regular, sirviéndose de la selva venezolana como refugio.. 3. Sistemas fronterizos incompletosPara que las fronteras tengan sentido y se evidencien en el paisaje (hitos, guardia, zonas de paso) es necesario que las poblaciones que viven cerca hayan aceptado el trazado, y sobre todo que reconozcan la soberanía de un estado nacional. Pero, aquel sentimiento nacional es, por lo menos, problemático. 3.1. La identidad nacional, una ilusión en esta región del mundo.Las condiciones geográficas y las marcas cicatriciales del pasado dejaron al margen a muchos grupos humanos. Durante mucho tiempo, crear un sentimiento nacional fue un reto. De aquello, Nicaragua hizo la amarga experiencia. Durante los años 1980, en tiempos de la guerra civil sandinista, enviaron a estudiantes desde la capital hacia la región oriental , poblada de Mosquitos, mestizos de negros que huyeron de la esclavitud y de poblaciones amerindias . Hoy, los Mosquitos serían más o menos 180 000 individuos. También hay garifuñas , ellos también procedentes del mundo de la esclavitud que llegaron al continente durante los siglos XVII y XVIII, así como unos 10 a 15000 Mayanganas . Estas etnias hablan idiomas chibcha o arawak. Hasta el siglo XIX formaban grupos semi nómadas que cultivaban principalmente la yuca en los cerros y se instalaban en la costa durante durante la estación seca para dedicarse a la pesca. Misioneros alemanes los cristianizaron durante la segunda mitad del siglo XIX facilitando el crecimiento de un protestantismo moravo que unía a los individuos y les daba una identidad diferente de la de los otros grupos. Para todas aquellas poblaciones, el enemigo podía llegar del mar como se produjo cuando se instalaron las grandes compañías bananeras que se apoderaron de miles de kilómetros cuadrados. Pero, fueron sobre todo los campesinos pobres y mestizos de lengua española, expulsados de sus tierras por los latifundistas que originaron violentos oposiciones y fueron atacados duramente porque eran los más indefensos a pesar o justamente a causa de su importancia numérica. A fines del siglo XX su grupo se estimaba a más o menos 185 000 individuos, es decir más que los grupos autóctonos. Oponerse a las compañías bananeras que mantenían verdaderas milicias armadas y a veces daban trabajo, era casi imposible, pero los campesinos pobres eran perfectos chivos expiatorios. El castellano, idioma de los vencedores vino a ser la lengua del enemigo, bien fuera un estudiante venido para alfabetizar y sanar a las poblaciones, animado por las mejores intenciones, como fue el caso hace unos 30 años, o el Estado que recaudaba impuestos. Se encuentra esta situación en muchas partes en América central y en el norte de América del sur. Fue sólo a partir de los años 2000, una vez recobrada la paz, que instauraron soluciones políticas, entre ellas el reconocimiento de las lenguas amerindias, tanto en Guatemala como en Nicaragua y en Venezuela. La lucha por el derecho de las poblaciones indígenas, encabezada por Rigoberta Menchu, premio Nobel de la paz, popularizó esta causa e impuso varias medidas, tales como la autonomía política de varias regiones orientales y programas de desarrollo económico. Así pues, existe la frontera. Pero desde hace 20 años, ha cambiado su percepción. Quizás esté naciendo una identidad nacional , aunque muy lentamente. Para que el sentimiento nacional sea una realidad, tendrán que aumentar los lazos con las ciudades y sobre todo con las capitales, incrementar los intercambios, incluso los intercambios internacionales, y que el Estado aparezca más protector que depredador. 3.2. Las ciudades fronterizasEn vista del contexto antes descrito, tales ciudades son pocas, excepto en el límite entre Estados Unidos y México, de tamaño reducido y no dieron lugar a importantes actividades económicas. Además, se ubican sobre todo en la parte oeste del istmo y casi no existen en el tercio o en la mitad este, tampoco en el sur a lo largo de los límites entre Brasil, Venezuela y Colombia. Del norte al sur de la zona, se nota una reducción de los puestos fronterizos:
Por fin, en el este, hay un puesto fronterizo en Saint Georges de l’Oyapock en la Guyana francesa que tiene la particularidad de disponer de un puente vigilado por gendarmes y agentes aduaneros y cuya conexión con la ciudad brasileña de Oiapoque acaban de inaugurar 6 años después del fin de la obra. Este puesto fronterizo constituye una puerta de entrada en la que los concejales ven grandes promesas de desarrollo de la ciudad que cuenta hoy con 3300 habitantes . Pero, ¿ no va a provocar esta eventualidad una afluencia masiva de poblaciones, como se puede observar sobre el Maroni que marca el límite entre Guyana y Suriname? En aquellas zonas de selvas densas, donde sólo los ríos sirven de redes de comunicación, controlar los territorios es un reto. 3.3. Los efectos fronterizos“ Los pasos de montaña y los ríos pueden convertirse en bases para las fronteras, sin embargo, para los habitantes de la región, son primero lugares de contactos e intercambios en vez de líneas de separación “, Anne-Laure Amilhat Szary.
Esta situación se verifica también cuando la frontera agrava las dificultades políticas en un país. La ciudad de Cucuta en Colombia es el lugar de todos los tráficos: tráfico de divisas (cambio informal del bolívar y del peso colombiano), venta de productos básicos como el arroz, los frijoles, el aceite, la leche y los medicamentos, todos con precio controlado en Venezuela y adquiridos de forma ilícita, lo que incrementa la penuria, y que venden más caro en Cucuta a un precio menor que los precios colombianos. Se conocen a los estafadores que actúan casi a la vista de todos. Los importes percibidos son importantes. Sistemas idénticos se observan, en menor grado, en las orillas del Maroni o del Oyapock en Guyana, o en la frontera entre la República Dominicana y Haití. El tránsito informal entre Guatemala y México, a pesar del esfuerzo de los estados, no ha podido desaparecer, por que son productos alimentarios los que pasan de la orilla sur al norte y son imprescindibles para las poblaciones locales. Las autoridades de los dos países tuvieron que entablar negociaciones con los traficantes, los comerciantes y ...los representantes locales. Por fin, los límites territoriales son los lugares de tránsito de la droga, en mano de los narcotraficantes. Tienen sus intermediarios en todo el istmo desde el tapón de Darién hasta el norte de México. Contribuyen a aumentar la violencia en todos los países. 3.4. ¿ Qué puede significar una frontera en el Caribe?Para un mexicano vecino de los estados de Sonora, Chihuahua o Tamaulipan, la frontera se manifiesta bajo la forma de trabas administrativas, de largas colas en las comisarías de policía y en la aduana, de controles cada vez más minuciosos. Para un habitante del archipiélago, la frontera es la línea amarilla frente a la garita de un policía en el aeropuerto o en la estación marítima. Luego es la sala de embarque donde dominan los uniformes del país del que se acaba de salir. También es otra línea amarilla frente a una garita parecida y diferente después de un viaje de una o varias horas. Para un navegante que sale de una isla, es el puerto, luego una uniforme masa líquida y un puerto del otro lado con un edificio en el que hace su declaración de llegada y entrega las lista de los pasajeros a bordo. Para un habitante de la Amazonia, es un edificio en el que se solucionan algunos problemas, pero sin consecuencias sobre la vida cotidiana. Se pasa al lado, se evita cuidadosamente a los representantes de la autoridad. Son desplazamientos por los ríos, un entorno forestal denso sobre 200 a 300 kms, escasamente el encuentro con militares o también una bandera en un poste. Para un vecino autóctono de las regiones orientales del istmo, es una extensa área de manglares, un laberinto acuoso, el encuentro con un prójimo que habla el mismo idioma (el misquito) o forasteros a ambos lados de un río que hablan entre ellos otro idioma, el castellano. Para las poblaciones que viven en la totalidad del istmo y en la Amazonia, la frontera no tiene mucho significado, incluso en los territorios más urbanizados. Los grupos amerindios de Guatemala, Honduras, Nicaragua, de la selva brasileña o venezolana se concentran a lo largo de los ríos, viven una vida cotidiana parecida a la de sus antepasados, aun cuando la radio y la televisión animan las noches durante breves períodos en las aldeas donde la electricidad es disponible. Cultivan la tierra, pescan, venden y se abastecen donde es posible, se desplazan sin saber donde está el límite entre dos estados y si lo saben no lo hacen mucho caso. Un sociólogo canadiense Jean Clot ha estudiado el caso de las ciudades fronterizas de Coatepeque e Hidalgo entre Guatemala y el sur oeste de México.Construyeron un puente para simplificar los desplazamientos, los intercambios y los controles. Sin embargo, a los habitantes, civiles como militares, les gusta más utilizar los servicios de “coyotes informales” para pasar de una orilla a otra en embarcaciones hechas con cámaras de aire de camiones o tractores, tablas o trozos de chapa. El puente está bien presente, se hacen los controles…de vez en cuando, pero a unos pocos metros sobre varios kilómetros, se cruza la frontera como antes. Este ejemplo tiene lugar en una de las línea más guardadas de la región.
Foto 4: transporte informal en el río Suchiate, la frontera natural entre México y Guatemala
Fuente: el expectador, 2018.
Por definición, las fronteras son límites a la vez intangibles y cambiantes. Son posesiones de dos entidades, cuyas construcciones, instituciones, culturas se distinguen y hasta se oponen con el paso del tiempo, aun cuando salieron de una matriz común. El trazado es el testimonio de la potencia de ambos estados. Cuando hay uno que es mucho más potente que el otro, impone su visión del mundo pero también su visión de la frontera. En el Caribe, el caso de los Estados Unidos es de los más simbólicos. Obligan México a “vivir” la frontera según sus leyes: restricción de los pasos, controles, devolución de los no residentes, sin embargo, a pesar de este potente dispositivo militar, policial, administrativo o jurídico ¿ quienes son los vencedores? La lengua española iguala al inglés en California, Nuevo México, o Texas. Se mezclan las culturas (música, danzas, artes, gastronomía), se imbrican y crean novedades. Cualquier dirigente debe tener en cuenta el peso de los electores “latinos”. Los límites revelan a veces el miedo al otro, como ocurre en las relaciones entre la República Dominicana y su vecino Haití. Expulsa a los haitianos de su territorio, quienes siguen llegando para instalarse y trabajar. Las élites dominicanas, a pesar de sus posiciones etnicistas, a veces racistas, no pueden prescindir de la presencia de sus vecinos que tienen empleos en sectores enteros de la economía. La frontera es hermética según la voluntad política pero porosa en la realidad geográfica como en la materialidad de las obligaciones económicas. Los límites son también, en ocasiones, el resultado de negociaciones pacíficas según los intereses legítimos de todas las partes para compartir los recursos marinos en el golfo de Fonseca entre el Salvador, Guatemala y Honduras en 2012, y en el caso de la explotación de las reservas submarinas del yacimiento de Loran Manatee en el golfo de Paria entre Trinidad y Venezuela en marzo de 2017. Por último, las fronteras son el horizonte abierto o cerrado detrás del cual un número cada vez más importante de individuos pretende entrever el “el dorado”. El Dorado para un mexicano es un trabajo, muchas veces mal pagado, en un supermercado, un restaurante de comida rápida, una finca californiana o tejana. Es Maracaibo y sus yacimientos petrolíferos para un colombiano que encuentra un empleo, es Cucuta en Colombia para un venezolano que halla, a cambio de precios diez veces más elevados, los productos que salieron ilegalmente de su país, pero que necesita de manera urgente. También es la casi esclavitud , para un brasileño,en los yacimientos de oro legales o ilegales de Guyana o para los haitianos de los bateyes de la República Dominicana en las grandes explotaciones de caña, y a veces, para un habitante de Santa Lucía o de Dominica, después de afrontar los peligros de los canales marítimos, el médico o el hospital en el que la atención médica puede ser gratuita. Para todos ellos, la frontera es aquella línea, aquella zona que permite o impide acceder a una vida más segura. 1 Peter Sahlins, 1996, la France et l’Espagne dans les Pyrénées depuis le XVIIº siècle, Belin, Paris. Si se examina el caso de una frontera aparentemente fácil de trazar, se nota que España y Francia tardaron dos siglos para llegar al status quo actual:1659 Tratado de los Pirineos, 1868 Tratado de Bayona.Tratándose del istmo centro americano y del norte de América del sur, no es sorprendente observar que muchos trazados quedan cuestionadas. 2 En el archipiélago, donde la eliminación de las poblaciones autóctonas fue claramente la más rápida, el ejemplo de los Kalinagos de la isla de Dominica es significativo también: su combate, con períodos de tregua, duró 130 años. 3 Hoy, los estados intentan efectuar un censo de aquellas poblaciones. Venezuela registró 28 etnias (por ejemplo: Jivi, Penion, Warao, Yanomanis entre muchas) Venezuela modificó su constitución a fin de reconocer los derechos de aquellas poblaciones. Bibliografía Anne-Laure Amilhat Szary, Murs et Barrières de sécurité : pourquoi démarquer les frontières dans un monde dématérialisé. Interview dans le journal Libération du 3 juillet 2015. Jean Clot, 2016, Marges et frontières entre le Mexique et le Guatemala, Note de Recherche, février 2016, Observatoire des Amériques, Montréal. Régis Debray, 201", Éloge des Frontières, Ed.Gallimard, Paris, 90 p. Michel Foucher, 1994, Fronts et Frontières, un tour du monde géopolitique, Ed. Fayard, Paris, 200 p. Serge Gruzinski, 2012, L’Aigle et le Dragon, Démesure européenne et mondialisation au XVIe siècle, Ed. Fayard, Paris, 350 p. Peter Sahlins, 1996, Frontières et Identités nationales, la France et l'Espagne dans les Pyrénées, depuis le XVIIe siècle, Belin, Paris, 450 p. Traducción : : Alfred Regy Arriba |
|||||||||||||||||||||||||||||||
|