GEOPOLÍTICA
 
Fuerzas armadas (2015)
Fuerzas armadas y presupuestos militares 2015

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Autores: M. Bégot, F. Turbout, 2015.


A diferencia de muchas regiones del mundo donde aumentó el número de guerras locales durante los últimos años, El Caribe no ha sufrido conflictos importantes desde hace una veintena de años, aun cuando perduran en algunas partes zonas de de tensiones entre estados o situaciones de violencia en relación con el desarrollo de los tráficos ilícitos. Después de las décadas negras (1980 – 2000) durante las cuales ocurrieron sangrientas guerras civiles en Nicaragua, Honduras, Guatemala, y tras las aventuras del subcomandante Marcos en el Chiapas en el sur de México, sólo Colombia permanece en pie de guerra. El conflicto más largo de América latina, más de cincuenta años, que opone el gobierno central a las FARC (fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, al principio de convicción marxista) no ha sido totalmente resuelto. Sin duda, la situación empieza a cambiar, sobre todo en los últimos tiempos, y parece que los dos protagonistas hayan llegado a un acuerdo a finales de octubre de 2015. Sin embargo, todavía se caracteriza la situación por una gran violencia.

Esta violencia es parte integrante de la zona que fue, durante largo tiempo, un objeto de conflicto entre las potencias europeas. Bajo este aspecto, todas las ciudades capitales del Caribe insular, y no solamente ellas, exhiben testimonios de aquellas guerras incesantes (Tuvieron que trasladar la antigua ciudad de Panamá, fundada en 1519, unos kilómetros más lejos, después que fue devastada en 1671 por el pirata Morgan 1 ).

Estas ciudades son rodeadas por fuertes militares ubicados en las alturas, a la entrada de las radas donde fondeaban cuidadosamente los barcos cargados de suministros o de riquezas para la exportación.

La Habana, San Juan de Puerto Rico o Fort de France son unos ejemplos de aquellos dispositivos. Hoy, ha cambiado la situación, sin embargo, las fuerzas armadas siguen ocupando estas fortificaciones (La Habana, Fort de France).

Los Estados Unidos tomaron el relevo de las potencias europeas, con mano dura y una tremenda violencia, desde la secunda mitad del siglo 19 hasta finales del siglo 20. En la actualidad, miran en otra dirección, hacia otras zonas del mundo (Oriente medio y Asia). Pero su potencia militar está presente y domina todo el Caribe 2 . El relativo repliegue de las tropas no significa una menor amenaza para los gobiernos caribeños. El gran número de militares americanos, casi 2 millones, y la potencia de las armas, no tienen equivalentes en la zona. Aunque actúan en otros frentes, los Estados Unidos mantienen una mirada atenta a su traspatio a través de una intensa actividad diplomática. 

1. Importancia de las fuerzas armadas

- Entidades sin ejército

Entre los 31 estados, 18 siempre han tomado la decisión de no tener ejército. Hay que excluir “de facto” los territorios que todavía dependen de una potencia exterior a la zona: Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, que está bajo “protección” norteamericana, así como Guyana, Guadalupe y Martinica, regiones donde las fuerzas francesas mantienen la seguridad. A estos territorios, cabe añadir otros archipiélagos como las Islas Vírgenes o las islas neerlandesas del sur del arco caribeño.

En muchas islas pequeñas, las escasas poblaciones y una amenaza exterior insignificante no requieren que se mantengan ni se financien fuerzas militares a coste exorbitante. El caso de Costa Rica y Haití sorprende más.

Costa Rica mantiene, desde 1948, una guardia nacional, tras una guerra civil que provocó centenares de muertos. Ya en 1825, Costa Rica había suprimido los tribunales militares por considerar que la justicia debe ser la misma para todos. En cuanto a Haití, el ejército desempeñó un papel político muy importante durante el siglo 19, luego fue desmantelado de 1915 a 1925 por los Estados Unidos que ocupaban el país, y restablecido más tarde. El Presidente B. Aristide lo suprimió otra vez cuando volvió al poder en 1994, ya que fue expulsado del poder en septiembre de 1991 por causa de un golpe de estado militar liderado por el general Cedras. Sin embargo, a pesar

de cierta incomprensión, la ayuda internacional, después del seísmo de enero de 2010, se encamina hacia la reconstitución de un ejercito de 1500 soldados entrenados por los Estados Unidos. Cabe preguntarse si esta reconstitución no se relaciona con el estado de violencia creado por las bandas aparecidas en el caos general o con las tensiones que nacieron desde 2011con el país vecino, la República Dominicana. Pero, ¿qué podrían hacer los 1500 soldados haitianos, inexpertos y poco adiestrados, frente a los 44 000 soldados dominicanos, mejor equipados y más entrenados?

- Evolución de las fuerzas militares

Desde las precedentes investigaciones, en los últimos tres años, el número de militares se mantiene estable (en 12 países de la región) o en ligera disminución (en 3 países). Tres países no se conforman con esta situación. En Venezuela, las fuerzas armadas han aumentado en un 40% ya que se incluye ahora en ellas la guardia nacional. No obstante, el país es altamente militarizado. Hoy en día, seis altos oficiales son también ministros del gobierno de Nicolás Maduro.

En la República Dominicana, las fuerzas armadas han experimentado un incremento de casi 90%, sin que se destaque explicación alguna. ¿Se habrá contabilizado personales que no registraban antes o este aumento está en relación con las fuertes tensiones con Haití desde hace cinco años? ¿Estará vinculado con el fortalecimiento de la lucha contra la droga? Sin embargo, durante el mismo periodo, México, que se enfrenta con el crecimiento de verdaderos flujos de droga, disminuyó el número de militares que sirven bajo la bandera. Son tantas preguntas que se pueden formular. 

Por fin, y no es realmente una sorpresa, Guatemala es el tercer país que incrementó sus fuerzas militares. Desde la época de la independencia, el ejército ha sido omnipresente en el país. Sometió su propia población a brutales violencias durante las décadas negras de 1980 y 1990 y hoy, a pesar de los acuerdos, los militares vuelven al poder de manera indirecta. El Presidente Otto Perez Molina que estuvo en el poder hasta el 2 de septiembre de 2015, fecha de su dimisión, es un ex general responsable de la muerte de 200 000 personas (1980- 1990). En las elecciones que se organizaron a principios de noviembre de 2015, triunfó Jimmy Morales, famoso humorista en el país, con el 72,4% de los votos, y en condiciones democráticas bastante satisfactorias. 

2. Incremento de los presupuestos

Salvo en tres entidades, en todos los países incrementan fuertemente los presupuestos asignados a las fuerzas armadas. Así es como Antigua, una pequeña isla pacífica al norte de Guadalupe, duplicó su presupuesto militar entre 2012 y 2015. Sin embargo, por lo general, estos presupuestos no representan más que una mínima parte del PIB. En doce países son inferiores al 1%, mientras que los créditos asignados a la política de salud o a la educación representan cerca del 4% o 5%. A pesar de todo, se puede cuestionar el hecho de que aquellas pequeñas entidades gastan demasiados ingresos en el mantenimiento y armamento de sus fuerzas armadas. 

A veces, el incremento es factual y evoluciona por ejemplo según las compras previstas de armamento pesado. Es el caso en Panamá cuyo presupuesto aumentó de 142 millones de dólares en 2012 a 637 millones en 2015, ya que debe, en la actualidad, reforzar la vigilancia y garantizar la seguridad del canal en el cual siguen activas las obras de engrandecimiento. La seguridad del tránsito es vital para el propio país y para las grandes potencias como China o los Estados Unidos. También es el caso de Nicaragua que firmó en 2014 un acuerdo de cooperación y compras con Rusia a fin de modernizar el equipamiento de su ejército que remonta a unos treinta años (aumentó su presupuesto en un 110% en tres años). 

Los ejércitos de la zona refuerzan sus armamentos pesados: Venezuela que tenía 80 tanques en 2012, dispone ahora de 170. Pero lo que pesa más en los presupuestos (como en Antigua) son las compras de fragatas, buques de guerra fuertemente armadas y aptas para desplazarse en condiciones extremas, o de patrulleros para vigilar las costas y las ZEE. Lo que sorprende más es que Colombia se dotó de cuatro submarinos. Se puede añadir que los equipamientos de los soldados han evolucionado mucho y cuestan más caro: armamento pesado con rifles más eficientes, chalecos anti-balas, lentes de visón nocturna.....

A fin de cuentas, cada soldado cuesta más para la colectividad a la que pertenece. Como ejemplo un poco paradójico, el gasto por soldado es más elevado en Bahamas y Barbados. El archipiélago de las Bahamas que no tenía más de 2 patrulleros en 2007, dispone ahora de 8 para un número ínfimo de militares (850 soldados). Barbados tiene 4 patrulleros, entre ellos 3 fueron comprados hace poco, para sólo 610 soldados. Estas naves se destinan primero a la vigilancia del sin número de islas e islotes en el norte y del litoral de Barbados, y a luchar contra los tráficos ilícitos que se multiplican en el Caribe. 

En caso de ciclones o tormentas tropicales los buques de la armada suelen ser también una protección para la población civil (el último fenómeno llamado Joaquin, a principios de octubre de 2015, provocó el hundimiento de un carguero que salió de Puerto Rico antes de su llegada a Florida. Los “Coast Guards” americanos y bahameños lo buscaron cuatro días enteros). Para la población, estos pesados ingresos tienen su plena justificación. 

Efectivos, presupuestos y armamentos en 2015 

Paises

Efectivos

Presupuestos ( Millones de dolares


Equipamientos y armamentos

 
2015

2015

% del PIB

Antigua

180

7

1,7               

50 militares de la armada y 2 patrulleros

Bahamas

850

64

0,76

Principalmente guardacostas. 2 patrulleros en 2007, 8 en 2015

Barbados

610

33

0,7

110 marineros, 3 patrulleros                                          

Belice

1000

18

1,2

4 aviones

Colombia

281 000

7180

1,81

45 aviones de combate, 66000 marineros,4 submarinos, 4 fragatas

Costa Rica

10000

397

0,81

3 patrulleros

Cuba

49000

2000

2,78

30 aviones de combate, 2 fragatas, 800 tanques, 7 patrulleros

Guatemala

17300

256

0,48

45 tanques, 2 aviones de combate, 6 patrulleros

Guyana

1100

35

1,16

4 aeronaves, 1 patrullero, 9 tanques

Honduras

12000

177

0,93

65 tanques, 15 aviones de combate, 8 patrulleros

Jamaica

2850

129

0,83

4 tanques, 9 aviones, 4 patrulleros

Mexico

270 000

5246

0,41

940 blindados, 10 aviones de combate, 7 fragatas

Nicaragua

12000

85

0,77

60 tanques, 20 aeronaves

Panama

12000

637

1,53

45 patrulleros, 50 aeronaves

Rep. Dominicana

44000

378

0,63

20 blindados, 40 aeronaves, 3 patrulleros, 6 submarinos, 8 fragatas

Salvador

15500

145

0,59

20 blindados, 3 aeronaves

Surinam

1800

45

0,86

20 blindados, 3 aeronaves

Trinidad y Tobago

4000

400

0,86

15 tanques, 15 aviones, 2 fragatas

Venezuela

115000

5240

1,51

170 tanques, 60 aviones de combate, 2 submarinos, 6 fragatas

Haiti

1500

N/C

N/C

 
  

3. Tensiones entre estados

- La aspiración a desempeñar el papel de potencia regional

Tres estados pueden pretender ejercer el papel de potencia regional. Se trata de México, Colombia y Venezuela.

Estas pretensiones son, en primer lugar, consecuencias de sus superficies y pesos demográficos y por consiguiente de sus fuerzas armadas cuyos efectivos son más numerosos y mejor equipados que los de las demás entidades de la región. Sin embargo, existen diferencias notables entre estos tres países. México tiene un territorio que equivale a dos veces él de Venezuela, mientras su población es cuatro veces más numerosa. Colombia se sitúa entre los dos: el 60% de la superficie y el 40% de la población de México. Paradójicamente, los efectivos de las fuerzas armadas de México y Colombia son equivalentes, de lo que se puede deducir que Colombia es un país super militarizado. Además, México aparece alejado de los dos otros pretendientes a la supremacía regional. Sus intereses económicos (intercambios en el ámbito del TLCAN, sus actividades industriales en la frontera norte, o turísticas en Cancún y en Baja California par las poblaciones de America del Norte), politica ( estimacion de 11 millones de mexicanos en los Estados Unidos) se llevan a mirar hacia su potente vecino. En cambio, México vigila estrictamente las ZEE sean caribeñas o situadas en el Pacífico.

Las relaciones entre Colombia y Venezuela resultan más complejas, lo que se explica por la proximidad geográfica e histórica. Venezuela y Colombia comparten una frontera de casi 3000 kms que atraviesa por las cimas de la Sierra de Perija que dominan las zonas pantanosas alrededor del lago de Maracaibo, gira al sudeste entre los puntos de inflexión de la Cordillera central y de la Cordillera de Mérida, cruza de oeste a este parte de los llanos para llegar al sur hasta el segundo grado norte en la selva amazónica. Con tales condiciones, la demarcación y el control de la frontera son difíciles y los pasos fronterizos oficiales escasos ( 4 o 5 sobre 2000 kms lo que favorece cualquier cruce más o menos clandestino). El segundo dato es la proximidad histórica. Ademas de las raíces ibéricas comunes en tiempos de la independencia , se intentó constituir, bajo la bandera de Simón Bolivar, la “ Gran Colombia”. Pero, en aquellas regiones como en las otras zonas de la América ístmica, las élites locales se encerraron en partes de territorios de donde sacaban su poder territorial, y desde donde podían controlar la población por faltar el sentimiento nacional. Hoy, las relaciones entre los dos países pasan por fases de relaciones de buena vecindad y fases de tensiones. Estas tensiones se originan en la ausencia de controles fronterizos numerosos, en la existencia de grupos paramilitares colombianos que, a veces, ejercen un derecho de persecución o se refugian en Venezuela, en la presencia de la FARC 3 en el sureste de Colombia, y por fin, en el cultivo de la coca que se se desarrolló en las regiones alejadas de los centros del poder.

El pasado mes de junio, Venezuela cerró abruptamente su frontera frente a las actividades de bandas mafiosas que sacaban provecho de las diferencias económicas 4 , y expulsó a 3000 colombianos. Se apaciguó la situación en octubre, Venezuela abrió de nuevo la frontera, redujo su presencia militar y permitió que viajaran de nuevo aquellos de sus ciudadanos que escolarizaban a sus niños en Colombia. Quizás aquellos ciudadanos se hayan acostumbrado a proceder así ya que existe una fuerte minoría colombiana en el noroeste del país. Hasta ahora, este tema queda sin explicación.

- Fronteras confusas, fuentes de potenciales conflictos

Cuando se declararon las independencias, a principios del siglo 19, fijaron los límites de las fronteras en función de las oligarquías locales y provinciales. En aquel entonces, todavía no existía el concepto de nación. Las fuerzas armadas, brazo armado del poder político, contribuyeron a crear los sentimientos de unidad nacional a lo largo de los dos pasados siglos. Las poblaciones eran poco numerosas, concentradas sobre todo en pequeñas localidades. En otras partes, vivían en mayoría etnias amerindias poco mestizadas, que se habían apartado para preservar sus identidades. Aquellos grupos quedaron al margen de la vida política de cada estado, bajo el menosprecio de los urbanos y de la oligarquía de los terratenientes. No se les concedió ningún interés sino durante las guerras civiles de los años 80/90. Hoy, los territorios que ocupan pueden ser temas de conflicto entre estados.

 

No existió entonces límites de fronteras reconocidos por los diferentes estados procedentes de la descolonización, y muy temprano, surgieron las reivindicaciones territoriales que tuvieron fin o por conflictos armados ( como entre Haití y la República Dominicana, al fin este último ganó terreno al primero hasta duplicar su superficie), o por negociaciones bajo los auspicios de un mediador internacional 5 . Aquellas reivindicaciones eran tanto más vivas cuanto que las características del terreno no permitían trazar límites incuestionables. Constituyen el istmo varias sierras con dirección norte/sur, cuyas altitudes pueden variar de 2500 metros hasta más de 4000. Como consecuencia del enfrentamiento entre las placas del Atlántico, del Caribe y del Pacífico, se observa una sucesión de bloques elevados con vertientes empinados y de cuencas centrales hundidas. Por otra parte, la intensa actividad volcánica puede modificar más o menos los límites. Al analizar la situación detenidamente, se nota que la pertenencia a tal estado u a otro, provoca polémicas que se traducen en la escasez de pasos fronterizos entre los países y su ubicación siempre a unos kilómetros del límite de las ciudades fronterizas 6 .

Ciudades, pasos fronterizos y de control, lejos de las fronteras
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Si es cierto que los litorales del mar Caribe son bajos, ante todo son sitios de manglares y marismas en los cuales los ríos difícilmente abren camino. Las costas caribeñas, que fueron durante tiempo zonas poco atractivas, acogieron a pequeñas etnias amerindias que encontraron allí un sitio de refugio. Poco pobladas, aquellas provincias no adquirieron importancia y no vieron aumentar su importancia sino durante el siglo 20 cuando fueron motivos de guerras civiles como en el caso de la Mostiquia en Nicaragua, o como también en el caso de la reivindicación, de nuevo sobre el tapete, entre Nicaragua y Costa Rica, para la región de la desembocadura del río San Juan. Aunque la zona del Caribe no es un “punto caliente” del planeta, las fuerzas armadas permanecen poderosas en la mayoría de los países y desempeñan un papel decisivo.

   

El problema de la frontera Nicaragua/Costa Rica

En la parte central y oriental, la frontera sigue, a menos de tres kilómetros, la orilla del lago Nicaragua, gigantesca reserva de agua dulce, y luego el curso del río San Juan, emisario del lago. Este río es navegable en la totalidad de sus 270 kms hasta la desembocadura. Pero, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las regiones del mundo, la frontera no se sitúa en medio del río sino en la orilla derecha, o sea del lado de Costa Rica. Se estira el estuario a lo largo de una zona de lagunas y pantanos que se disputan las dos entidades. Este tramo del río es tanto más importante cuanto que la construcción de un canal, antiguo sueño del siglo XVI regularmente reactivado, se concretizó desde diciembre de 2014. El gobierno de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, firmó un acuerdo con con un importante grupo chino, y ya empezaron los trabajos en la parte del Pacífico. En el tramo disputado, las empresas empezaron a dragar a pesar de las enérgicas protestas de Costa Rica, el cual afirma que se trata de una invasión de su territorio nacional, y de las protestas de las poblaciones que deberán ser trasladadas (alrededor de 30 000) y de las de los ecologistas muy preocupados por las consecuencias que resultarán de la construcción del canal en un medio ambiente declarado reserva natural: más de 500 metros de ancho, 30 metros de profundidad, construcción de un puerto en lugar del pequeño pueblo de San Juan del Norte, hasta ahora muy aislado.

Cuando finalicen estos trabajos, buques más gigantescos que los que esperan para después el engrandecimiento del canal de Panamá, cruzarán por esta vía.

Costa Rica recurrió a los organismos internacionales, ONU, OEA y Corte internacional de la Haya, pero hasta hoy no ha sido aclarado el problema y las tensiones en la frontera permanecen vivas.

 La línea de la frontera y el río San Juan: una delimitación disputada
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Las fuerzas armadas son uno de los pilares del sentimiento nacional que se desarrolló poco a poco durante casi los dos siglos pasados. En algunos países de la zona, donde se fortaleció el sistema democrático, sólo ocupan el espacio que se atribuye a este tipo de institución, o sea él de garantizar la unidad nacional y la integridad del territorio. Sin embargo, su función sigue muy importante en la evolución de las sociedades, en particular para la promoción social de numerosos jóvenes procedentes de las clases pobres de la población. Si es cierto que subsisten tensiones entre Estados por causa de tramos de territorio, las más veces tienen en carácter secundario que puede amplificarse en caso de eventos políticos (combatir las oposiciones) o económicos (descubrimiento de nuevos yacimientos de materias primas preciosas o de hidrocarburos). En todo el Caribe, las fuerzas armadas desempeñan un papel de protección en caso de accidentes en relación con los grandes riesgos climáticos, sísmicos y volcánicos (ciclones, inundaciones, destrucción de las viviendas, deslizamiento mortal de lodo, pillaje).

Participan en el socorro a las poblaciones, en el desescombro, en la rehabilitación de las vías de comunicación, en el transporte y repartición de la ayuda internacional. Por último, se está desarrollando una cooperación entre las entidades de la región en el marco de la lucha contra todos los tráficos ilícitos: vigilancia compartida del litoral, apresamiento de barcos, intercambio de informaciones... Todavía permanece una violencia que corrompe muchas sociedades como en Haití o Guatemala, sin embargo los militares aceptan cada vez más la primacía de lo político.

 

El problema del río Esequibo

La frontera entre Venezuela y Guyana también está en disputa, y eso desde mediados del siglo XIX, con largos períodos de calma. La zona entre la frontera disputada y el río Esequibo, tercer río más largo de América del sur, equivale a las dos terceras partes del territorio guyanés. Los neerlandeses intentaron instalarse en 1590, pero fueron rechazados y sus instalaciones destruidas por grupos de amerindios y colonos españoles. Los neerlandeses se dedicaron al comercio en la zona, antes de instalarse de nuevo en 1636. Los ingleses se apoderaron de Guyana en 1814, de acuerdo con los Países Bajos,incluyendo la región al oeste del río Esequibo, sin que la frontera fuera delimitada. Después de la independencia, Venezuela reivindicó la zona. En 1899, empezaron las primeras negociaciones que atribuyeron la zona disputada a Guyana. A cambio, Venezuela integró el delta del Orinoco en su territorio. Se reanuda la disputa en 1962, y luego en 1966 al plantearse el problema de delimitación de las ZEE.

En 2000, Guyana otorgó derechos de prospección petrolífera offshore, sobre todo a compañías norte americanas.

Surgieron de nuevo las tensiones en 2013 (apresamiento por Venezuela de un barco que enarbolaba pabellón de Panamá, y de un barco de pesca de Trinidad). Norman GIRVAN, ex secretario general de la AEC, designado como mediador en el conflicto, falleció en 2014, y se suspendieron entonces las conversaciones. Adquirieron una nueva dimensión en mayo de 2015, después del descubrimiento de yacimientos petrolíferos en la plataforma continental por la sociedad EXXON, hasta alcanzar un máximo durante la asamblea general de la ONU en septiembre de 2015. Hasta ahora, a pesar de la movilización de las tropas venezolanas, no hubo combates, pero el problema dista mucho de haberse resuelto.

  

Bibliografía

  • “L'année stratégique” bajo la dirección de P. Boniface: 2007, 2012, 2015.
  • FOUCHER M. “ Fronts et frontieres, un tour du monde géopolitique”. Ed Fayard, Paris, 1994.
  • MUSSET A. “ Villes frontieres et nations en Amérique Centrale”, in Hérodote nº 99, octubre de 2000.

  • PECAUT D. “ La tragédie colombienne: guerre, violence, trafic de drogue”, in Hérodote, nº 99, octubre de 2000.


1 La ciudad antigua sufrió de nuevo graves daños durante el bombardeo hecho por los Estados Unidos al recuperar al General Noriega, entonces jefe del estado.

 

2 Referirse a las recientes maniobras del ejército norteamericano a lo largo del litoral de Honduras.

 

3 Ver los acontecimientos en relación con las tentativas y por fin la liberación de los rehenes del FARC, como Ingrid Betancourt, Carla Rojas y tres ciudadanos norteamericanos que trabajaban por una sociedad privada que luchaba en 2008- 2009 contra la extensión del cultivo de la coca.

 

4 El estado financia los productos básicos de primera necesidad, sobre todo los alimentos y los productos domésticos. Las bandas compraban gran cantidad de estos productos para venderlos mucho más caro en Colombia, lo que intensificaba una situación de escasez.

 

5 Es el caso de la frontera en el río Maroni entre Francia y la Guyana holandesa que se convirtió en Suriname después de la intervención del zar Alejandro III.

 

6 MUSSET A. “ Villes frontieres et nations en Amérique Centrale”, in Hérodote nº 99, octubre de 2000.

Autor(a) : Monique Bégot
Traducción :  : Alfred Regy

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