TRANSPORTES Y REDES
 
Transporte aéreo (2007-2001): pasajeros y flete

 

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Para las poblaciones antillanas, el desarrollo del transporte aéreo, perfectamente adaptado para conectar estas tierras desperdigadas por el mar, fue una formidable revolución. Se impuso en el espacio de unos cuantos decenios como medio privilegiado de enlace, a menudo el único, entre las propias islas y entre éstas y el resto del mundo. Dentro de la cuenca del Caribe, y en particular en el archipiélago, los transportes marítimos son mucho menos numerosos que en otras partes del mundo, por lo cual, el transporte aéreo cumple un papel fundamental.

En el centro de la vida del archipiélago, omnipresente, está el avión. Se ha construido una multiplicidad de aeropuertos, desde el hub regional de San Juan hasta los minúsculos aeropuertos de Saba, Canouan o La Desirade, compañías aéreas de todos los tamaños operan un sinnúmero de rutas. Un tráfico considerable, con respecto a la población del archipiélago, surca unos cielos casi nunca vacios en un movimiento browniano ininterrumpido. En estas tierras de migrantes, el avión y el aeropuerto sustituyen al barco y al puerto y en ellos recae la carga emocional y afectiva: es ahí, en efecto, donde se separan las familias, para mucho tiempo a veces, y es ahí también donde se encuentran. Más que un simple medio de transporte, el avión es también un instrumento político, a través del cual se manifiesta la soberanía de un Estado. Es un sector en el que los Estados o las colectividades territoriales se mostraron muy intervencionistas.

Los flujos extra regionales superan con creces los flujos internos al Caribe. Se privilegian dos destinos: las antiguas metrópolis europeas y los Estados Unidos, estos últimos con un tráfico más importante. Los enlaces con el resto del mundo son muy escasos. A escala regional, se superponen dos tipos de rutas, las del istmo y las de las islas, ambas en forma de haz, orientadas de norte a sur y con pocas conexiones. Desafortunadamente, la característica principal de la red Caribe de transporte aéreo es la falta de conexiones. El tráfico es mucho más importante en los aeropuertos de los grandes Estados continentales, pero concierne poco al Caribe. Miami, con el papel histórico de Pan Am es el verdadero hub de la zona y paso obligado para numerosos destinos, dentro y fuera del Caribe. Destacan dos grandes hub orientados al tráfico regional: San Juan es el más concurrido y el más insular y el que conecta con todas las islas. El segundo es Panamá que conecta al istmo con el Caribe. En materia de transporte aéreo, coexisten dos mundos paralelos: por una parte las grandes compañías internacionales para las largas distancias, con aviones de gran capacidad, precios y servicios atractivos; y por otra parte, precios elevados por kilómetro, pérdidas de tiempo en trámites, en escalas y para acceder a los aeropuerto, servicios a menudo deficientes. Es la lastimosa condición de los que viajan por las islas del Caribe y cuya jornada se convierte a menudo en una odisea. El panorama de las compañías que prestan servicio en el Archipiélago es muy cambiante. Durante los últimos decenios se produjeron quiebras, privatizaciones, reestructuraciones y fusiones. Con la crisis internacional que se inició en 2008 y las dificultades de los años posteriores, las compañías locales se volvieron más vulnerables. En este segundo decenio del siglo XXI, las conexiones dentro del área, entre las mismas islas o con los Estados del continente, tienden a ser menos frecuentes, más escasas que veinte años antes. Al ratio distancia/tiempo se vienen añadiendo grandes diferencias en el ratio distancia/coste. Un coste que, como es habitual en otras partes, resulta más elevado para las distancias cortas que para los lejanos destinos internacionales, y supone un fuerte perjuicio para una región donde el transporte aéreo desempeña un papel determinante frente a un transporte marítimo deficiente.

Rupturas y disyunciones siguen siendo las principales características del transporte aéreo en el Caribe, suponen un obstáculo determinante que habrá que superar para una cooperación y una integración regional de más alto nivel.

 

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Autores : Patrice Roth, Pascal Buleon

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