MEDIO AMBIENTE
Extractivismo y neoextractivismo Hacia una historia ambiental de la geopolítica colonial en el Caribe Occidental
La historia ambiental de las disputas por el control colonial interno y externo del Caribe, en el contexto de la geopolítica extractiva colonial de materias primas para el mercado europeo, ha estado asociado también a repensar los procesos de colonización de culturas, mentes, cuerpos y naturaleza. La geopolítica imperial del control del Caribe Occidental, se origina con la trata de esclavos y el extractivismo minero y forestal, como la marca del colonizador. Mas tarde con las luchas de independencia la colonización se convierte en la maldición de la independencia. (Fannon, 1968).
Comprender el colonialismo en el Caribe, significa un modo de entender el desarrollo extractivista y la Naturaleza a escala planetaria. Como un centro mundial de extracción de naturaleza y despojo de pueblos y control geoestratégico, en unas relaciones de producción que se estructuran en el proceso de acumulación incesante de capital. El extractivismo, en este sentido, no es solo un modo de producción, sino una forma de participación en el desarrollo del capitalismo correspondiente al periodo en que opera como un mercado mundial, a través de una concentración y centralización del capital progresiva. Cabe entender, así, que el extractivismo desempeñe un papel de primer orden en el desarrollo de sociedades ubicadas en las periferias y semiperiferias del sistema mundial, en las que contribuye a generar y sostener una modalidad peculiar de formación económico social. Esa modalidad, sin embargo, no se define únicamente por su forma. Por el contrario, esa forma expresa su contenido destructivo de las relaciones socio – ambientales precedentes – de un modo que trae la memoria aquella economía de rapiña que el geógrafo francés Jean Brunhes describiera en las posesiones coloniales de su país a principios del siglo XX y expresa, también, su carácter de fenómeno estructurante del propio sistema mundial, a cuya formación viene contribuyendo desde el siglo XVIII al menos. El desarrollo de la economía de la trata de esclavos, el modelo plantación exclavista en el Caribe, y los procesos de extracción maderera y minera en esta área (La Mosquitia colonial) sentaron las bases económicas de los patrones de colonización, que darán lugar luego a las economías de enclave a fines del siglo XIXe inicios del siglo XX, (banano, maderas preciosas, oro ) que van a constituirse en el modelo de expansión capitalista anglo/norteamericana en la región. Jamaica una de las colonias inglesas mas importantes con Haiti y las pequeñas Antillas constituirán las islas azucareras cuyas ganancias participaran en la acumulación financiera de las economías europeas en el siglo XVII y XVIII. A finales del siglo XIX se instaurara la “edad del banano”(Bégot M., Buléon P., Roth P., 2013) en Costa Rica, Guatemala y Honduras bajo el impulso del capital norteamericano, constituyéndose en el modelo de economia de enclave en la región. Los movimientos revolucionarios desde los años 30, van a confrontar esta forma de dominacion colonial capitalista hegemónica que se puso a prueba en el contexto de la gran depresión. En un contexto de grandes tensiones con los Estados Unidos (la guerra de contraguerrillas en los 80s se despliega en la Mosquitia) y el gobierno revolucionario en Nicaragua se va a adelantar un ambicioso proyecto de autonomía regional para el reconocimiento de grupos sociales con el fin de delimitar los derechos socio-culturales de los diversos grupos étnicos, respetando al mismo tiempo la integridad de la nación (Butler J., 1985). Ello va a implicar sin embargo, en el contexto del Neoliberalismo en los 90s y el Neoextractivismo de las dos primeras decadas del 2000, dificultades practicas en el reconocimiento de competencias en términos de decisiones, relativas a la tenencia de la tierra, el acceso a los recursos naturales y los derechos territoriales de los grupos étnicos, situaciones aun hoy no resueltas. 1. La Persistente Colonialidad de la Naturaleza Latinoamericana. Extractivismo, Capitalismo, Neo-colonialismo: Un debate recienteAlimonda en su obra La Colonialidad de la Naturaleza (Alimonda, 2011) va a explicar la persistencia de una devastación que destruye y desorganiza ecosistemas así como la clasificación y subalterización de poblaciones originarias. Para comenzar el antropocentrismo, de las narrativas del origen de la modernidad destaca el papel de la naturaleza en los espacios coloniales (recurso minerales o tierras tropicales), naturaleza y cuerpos como recurso en la génesis de la modernidad. Al destacar la presencia de esta Colonialidad de la naturaleza tropical, y la autosuficiencia europea para producir modernidad y capitalismo ella se explica en las globalizadas interacciones entre Europa y sus colonias, en vez de ser un proceso autogenerado la modernidad capitalista es el resultado de las transacciones transcontinentales que inician con la conquista, colonización y despojo de las américas. Desde esta perspectiva, el descubrimiento imperial va a suponer la produccion de dispositivos que interiorizan y subordinan lo descubierto para asi colonizarlo y explotarlo. Es importante destacar que en el caso americano la naturaleza fue subvalorada por los colonizadores que destruyeron su valiosa biodiversidad, para implantar monocultivos de especies exóticas para exportación. El Caribe y el nordeste brasileño van a set las primeras áreas a ser colonizadas por este régimen de producción para explotación, minera forestal e instalar la economia de la plantación. 2. Colonialidad y formas subjetivas de dominación del saberSi bien es claro que en términos de Quijano, la Colonialidad es uno de los elementos consttitutivos del patrón mundial de poder capitalista, ella impone también, una clasificación racial/étnica del mundo como piedra angular de dicho poder que opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas de la existencia cotidiana y la escala social. La subalternizacion de las poblaciones originarias va a significar la perdida de sus conocimientos y formas de interactuar con la naturaleza, sus mundos de la vida, lo que va a significar una reorganización selectiva de parte de “la sociedad del conocimiento” de estos conocimientos a partir de nuevas relaciones de poder colonial. Hablamos de una recomposición cognitiva de los que se podía y no podía conocer o sembrar. Con la apropiacion del conocimiento, la introduccion de patrones tecnológicos inapropiados, la inducción de ritmos de extracción y la difusión de modelos de progreso/consumo no solo se trasnformaron sus ecosistemas tambien se introdujo la idea de “la tropicalidad” como una categoria que expresa la dualidad entre el salvaje y el civilizado. Una de las transformaciones de mayor trascendencia consistio en eliminar las prácticas agrícolas tradicionales fundadas en una diversidad de de cultivos adaptadas a las estructuras ecológicos del trópico para inducir practicas de monocultivo destinadas a satisfacer las demandas del mercado externo. Otras tuvieron que ver con la apropiación misma del conocimiento ancestral para el desarrollo del capital farmacéutico y para los Jardines Botanicos, en el contexto del proyecto imperial para el nuevo mundo.
Abordar el Extractivismo implica recuperar el carácter colonial de subordinación de territorios de comunidades campesinas, afroamericanos e indígenas que lucharon contra regímenes coloniales desde la época de la conquista y sus modelos de produccion. El extractivismo desde los estudios de-coloniales, expresa la forma que adopta el capital en sus regiones periféricas y espacios coloniales. Hace referencia a los regímenes económico-políticos constituidos como espacios subordinados, economías subalternas, básicamente concebidas y estructuradas como proveedoras netas de “recursos naturales” / materias primas para el abastecimiento de economías externas, las así constituidas como “centrales” / industrializadas. Esta perspectiva se asocia también a la idea de “colonialismo interno”, planteado por Gonzales Casanova, como una categoría que esta originalmente asociada a procesos de conquista, en relación con las luchas de los pueblos y minorías, que sobrevivieron al Estado colonizador y que son “recolonizadas en el contexto del capitalismo neoliberal”(Gonzales Casanova, P., 2006). Asociadas a la historia del capitalismo y del Estado-Nación se relaciona hoy con procesos de resistencias emergentes sistémicas y anti-sistémicas, que se vinculan a las luchas por la construcción de autonomías en territorios dentro y fuera de los Estados Nación considerados en pleno siglo XXI como las fronteras de los commodities 1. La emergencia de luchas sociales por la vida, la dignidad y el territorio, contra el modelo extractivista-colonial, conlleva la necesidad de abordar la heterogeneidad de y la complejidad de diversas territorialidades que incluye otras prácticas de conocimiento a partir del análisis de las condiciones materiales para la reproducción de su cultura, territorio, y relaciones de poder. En ese sentido la dimensión histórica del extractivismo en el Caribe, no resulta una “novedad” ni una “excepcionalidad” histórica, sino que más bien remite a la condición de posibilidad geográfica y ecológica de funcionamiento del capital como economía-mundo (Machado Aráoz, 2013). El extractivismo desde esta perspectiva, remite a la historia, a la forma que adopta el capital en sus regiones periféricas y espacios coloniales. Hace referencia a los regímenes económico-políticos constituidos como espacios subordinados, economías subalternas, básicamente concebidas y estructuradas como proveedoras netas de “recursos naturales”, materias primas para el abastecimiento de economías externas, las así constituidas como “centrales”, industrializadas. El extractivismo, refiere entonces al colonialismo como la cara oculta del capitalismo; es la condición histórico-geográfica y ecológica de posibilidad del proceso de mundialización del capital en el Caribe. Es la escencia de la dominacion capitalista. Da cuenta de los mecanismos y dispositivos inseparablemente epistémicos, jurídicos, económicos, políticos y bélicos a través de los cuales se produce y reproduce la apropiación desigual del mundo como requisito de la acumulación. Extractivismo significa entonces, consumo estructural y sistemáticamente asimétrico de las energías, tanto en sus fuentes naturales (territorios-bienes ecológicos) como en sus manifestaciones y producciones sociales (cuerpos-trabajo). Expresa, como bien lo define Machado, en definitiva, “la jerarquización de los territorios y la racialización de las poblaciones como condición y efecto de dicha apropiación- consumo diferencial del mundo”. La problemática del extractivismo en América Latina supone entonces la construcción de una nueva agenda teórica política donde participa la Geografía Crítica (Porto-Gonçalves, 2014) 2. Aunque mencionada y no muy bien desarrollada desde la Ecología Política, la perspectiva del Sistema Mundo Moderno Colonial de Wallerstein a Marx y Braudel, va a ayudar a recuperar la visión histórico-crítica de la historia, el desarrollo y los mecanismos globales y funcionales del capitalismo desde el siglo XVI hasta nuestros días. La noción de sistema mundo, como pilar del mundo capitalista, va a permitir explicar las características de la reproducción del capital, situando, al espacio (Arrighi: 1989, 2007) como categoría fundamental del territorio. Para abordar la condición de colonialidad de América Latina y la confrontación en el Sistema Mundo Colonial de nuevas hegemonías como la de China, hoy un centro de poder que ha transformado la geografía del mundo y con ello las formas tradicionales de subordinación, y de disputa por la Naturaleza en la Cuenca Caribe, es fundamental abordar las reconfoguraciones espaciales del capital y en él las condiciones de las luchas locales en una nueva territorialidad de la geopolítica mundial El extractivismo en sus múltiples dimensiones: explotación de hidrocarburos, minería en gran escala, monocultivos masivos constituye hoy uno de los asuntos más conflictivos en toda América Latina y el Caribe. En la reestructuracion de la división internacional del Trabajo y la Naturaleza, América Latina y el África se reafirman como proveedoras de bienes primarios con poco o ningún procesamiento. 3. Caribe Occidental Ultima Frontera Imperial? Neo-Colonialismo y Neo extractivismo petrolero y minero en el mundo Afro -Caribe
El interés reciente por los estudios desde Colombia, de la región denominada Mosquitia en el Caribe Occidental, un área geográfica donde convergen culturas de diversos orígenes de los denominados pueblos negros: Blacks Caribs e Indígenas que habitan en la denominada otrora Honduras Británica, (Belice en la costa Caribe guatemalteca) los territorios insulares (Gran Caimán) la Costa Caribe de Guatemala Honduras y Nicaragua, el litoral Caribe de Costa Rica y el Norte de Panamá (Bocas del Toro) que se extiende por el Mar caribe incluyendo el Archipiélago de San Andrés y Providencia, tiene que ver con un conflicto geopolítico, ambiental, social y cultural de larga data en este territorio con fronteras difusas entre Honduras, Nicaragua, Colombia, que constituye un escenario de lucha de los pobladores por el reclamo de sus derechos 3, ancestrales frente a los Estados Nación hispano-hablantes que constituyeron las provincias unidas de Centroamérica en el siglo XIX y mas tarde los Estados Nación Centroamericanos. Refiere a un complejo proceso de conflictividad de una población multiétnica (población indígena miskita, afro-descendiente, creole, garífuna, raizal), frente a un patrón de desarrollo -colonial –extractivo en una región que fue y continua siendo escenario de conflictos no resueltos entre poderes poderes imperiales, y coloniales, desde el el siglo XVII. Como expresión del vinculo entre Conflictos en un contexto de Colonialidad y Extractivismo característico de las economías en nuestra América Latina, cabe plantear dos cosas: una, que ese vínculo se ha expresado en la imposibilidad de pensarse, fuera del lugar y las funciones que nos fueron impuestos en las transformaciones, del mercado mundial, desde el siglo XVI a nuestros días, como economías primario exportadoras y la otra que la cultura de la naturaleza en America Latina expresa la crisis que enfrentan las mismas sociedades latinoamericanas en sus relaciones con el mundo natural, por lo que afloran con renovada energía las viejas contradicciones y conflictos no resueltos entre las culturas de los conquistados, los conquistadores del siglo XVI, y los conquistadores de hoy; las de los expropiadores y los expropiados de las Reformas Liberales del XIX, y las que hoy enfrentan a quienes promueven la transformación del patrimonio natural de nuestras fronteras interiores en capital natural global, y los que se resisten a esa transformación. Nos referimos a un territorio con una historia que se construye en el seno de las disputas inter-imperialistas entre españoles e ingleses, entre los siglos XVI, XVII y XVIII, por el control de la zona. De protectorado Ingles, en varios momentos 1631-1641, 1740-1786, 1806-1816, 1860 en áreas como la Mosquitia, (que va a tomar su nombre por los pueblos originarios que allí habitaban) aun después de ser “integradas” o “reincorporadas” a las Republicas Independientes Centroamericanas, continuó, siendo un territorio en disputa, una colonia económico, cultural, lingüístico, territorial y militar controlado por los Estados Unidos y en menor medida sus socios Canadienses e Ingleses. Belice en Guatemala es la expresión radical de un proceso de expropiación territorial y cultural por parte de una potencia imperial en el Caribe (Gran Bretaña) sobre un país independiente, resultado del proceso ordenamiento del territorio acordado entre dos potencias extranjeras. El Canal de Panamá es el símbolo de la expresión de un proceso de ocupación extra-territorial de Estados Unidos, que transformo sentidos y procesos sociales, culturales y ambientales de los pueblos marginales y de los mismos Estados Nación (Colombia y luego Panama), a los cuales estaban adscritos. Las interrelaciones del Caribe con el mundo y su control se expresa en sus lenguas habladas. Las poblaciones étnicas hablan el lenguaje de las naciones anglosajonas que han dominado la región. Pero también hablan lenguas indígenas: Mayas o Yucatec en Yucatan, Belice y Black Carib, Miskito, en Honduras y Nicaragua, Guaymi y Cuna en Panama, Creole en San Andres e islas Cayman, asi como el Español, que reflejan la historia de la dominacion colonial-estatal. Pero al mismo tiempo alternando con el control colonial e imperial de la lengua van creando una diversidad de lenguas creoles caribeñas. El creole se convierte en la lengua de la resistencia en el Caribe contra el colonizador, español, ingles, francés, depende de su mito de origen. En el contexto de la Geopolitica extractivista: el Caribe Occidental deviene e el Centro del Mundo y el centro de la disputa inter-imperial. El Canal del Nicaragua, cuyo proyecto se gesto en épocas de dominio ingles, hoy es concesionado a una de las potencias extractivas mas importantes a nivel mundial: China. Con la presencia de Rusia en Nicaragua, se genera una nueva correlación de fuerzas que desafía la hegemonía anglosajona en esta ultima frontera del capitalismo y un conflicto socio-ambiental que se profundiza en los pueblos indígenas y creoles, cada vez mas marginados del proceso de acumulación capitalista y sin embargo sujetos a una nueva colonización extractiva en la region. Aun cuando las luchas revolucionarias centroamericanas en su contenido anti-imperialista en los 70s y 80s, como en el caso de Nicaragua, van a proponer el reconocimiento de autonomías y derechos de autodeterminación de estos pueblos en regiones “no integradas”, el contexto del Neoliberalismo y Neo-extractivismo generaran nuevos desafíos para estas poblaciones, que se ven obligadas a luchar solas contra el desarrollo colonial extractivista en la region. La cuanca Caribe comienza a ser vista ante la crisis de los precioes del petroleo en 2014, como la ultima frontera , para la exploracion de yacimientos no convencionales, a traves de tecnologias como la presal, en profuniddades de mas 5 000 km de columnas de agua, y 3 000 de sal, hoy prohibidos en Nueva Zelanda, Francia, Alemania y Reino Unido en virtud del inevitable calentamiento global. Ante la crisis provocada por su la insaciable voracidad del sector extractivo el lecho marino constituye la ultima frontera. En territorios, vulnerables a la sismicidad, huracanes, y multiples problematicas socio-ambientales asociados a un modelo depredador de naturalezas y culruras, se dan los mas altos indices de violencia socio-ambiental en Honduras, Colombia y la Frontera Brasileña.
Bibliografía y citas
Fannon F., 1968, Les damnés de la terre, Editions La Découverte (2002), Paris.
Bégot M., Buléon P., Roth P., 2013, Caribe emergente: una geografía politica, Ediciones
L´Harmattan, Paris.
Butler, J., 1985, Autonomia para la Costa. "Ni magia ni tabú", B. I. University, Ed.
Gonzales Casanova, P., 2006, El colonialismo interno, en P. Gonzales Casanova, Sociología
de la explotación, CLACSO, Buenos Aires, pp 185-205.
1El caso de las comunidades indígenas y afros en los Andes, en La Amazonia o el Pacifico Biogeográfico,Co no Sur, o bien en un ámbito más amplio del territorio indigena garifuna/miskito/creole/raizal en las comunidades etnicas de Mexico, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá y Nicaragua. Conferencia dictada en el Seminario: “Desarrollo, extractivismo y conflicto en América Latina: una mirada desde la Ecología Política”, coordinado por CLACSO y Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, Mayo 2014. Porto-Gonçalves discute la categoría “Extractivismo”, y propone profundizar la lucha por la Tierra. En su capítulo: “Lucha por la tierra. Ruptura metabólica y reapropiación social de la Naturaleza” (Porto-Gonçalves, 2017), va a plantear que la lucha por la tierra es mucho más que la lucha por un medio de producción. Es sobre todo la lucha por un determinado horizonte de sentido de “comunidad” para la vida con la tierra, entendida como territorio. Ello significa una lucha por la Tierra, cuyo colapso se manifiesta por la ruptura metabólica a la que la racionalidad tecno-científica subordina la acumulación incesante de capital y su productivismo: Una racionalidad que tiene sus orígenes en la oposición campo-ciudad, como expresión intrínseca de la colegialidad del saber/poder que se expresa en la ruptura metabólica de las relaciones entre sociedad y naturaleza en la revolución industrial. Con la urbano-industrialización de la agricultura, la mecanización y la utilización de la química, el mundo rural va ser colonizado y desplazados los diversos saberes ancestrales tejidos por múltiples comunidades étnicas y campesinas. El mundo rural va ser a partir de allí, “metabólicamente” gobernado por una razón tecno-científica urbana que va a profundizar la tensión entre el tiempo de la modernización - colonización del mundo rural y los tiempos de las comunidades locales. Es en el contexto de tensiones, conflictos, rebeliones y revoluciones generadas en el contexto de esta tensión que se van a generar nuevos bastiones de resistencia o r-existencia incorporando nuevos horizontes de sentidos propios contra el invasor. Frente a un único “modelo de poder”, frente al “caos sistémico” y la aguda “crisis epistémica” en la separación sociedad-naturaleza Porto - Goncalves, propone una reapropiación social de la naturaleza que exige superar la lucha por la tierra para luchar por la Tierra. En medio de un diferendo limítrofe de mas de cien años entre Nicaragua y Colombia por el reclamo de su “soberanía territorial”: la población (indígena raizal del Archipiélago de San Andrés y Providencia ) reclama sus derechos sobre sus tierras ancestrales (mar y tierra): derechos respecto de la participación en las decisiones que afectan la integridad del territorio costero, marino, insular, derecho ancestrales de pesca artesanal del pueblo indígena raizal, derecho a su seguridad alimentaria y solicita garantías frente a los estados tomar medidas concretas para garantizar el disfrute de derechos y libertades fundamentales en conexión con la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación raizal.
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