GEOPOLÍTICA
 
Traspatio de los Estados Unidos

 

Sobre un Caribe política y económicamente frágil, el peso de la potencia estadounidense es abrumador y lo es sin competencia ni resistencia posible

 

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Desde la afirmación de su poderío en el siglo XIX, los diferentes conceptos de la política americana de los Estados Unidos (doctrina Monroe, panamericanismo) consideraban al Caribe como un coto privado. La guerra con España en 1898 fue el comienzo de una larga serie de ingerencias e intervenciones, a veces brutales, otras a veces más discretas, cuyo objetivo era instaurar, restablecer o mantener el orden americano en la región. Desde principios del siglo XX, los Estados Unidos ponían y quitaban gobiernos en los frágiles estados de Centroamérica con el fin de garantizar los intereses de sus multinacionales La guerra fría acentuó aún más el intervencionismo americano. Así, en el año 1954 participaron activamente en Guatemala y derrocaron al coronel Arbenz que había emprendido una amplia reforma agraria en perjuicio de la muy poderosa United Fruit. En Granada, en 1983 y en Panamá en 1989 no dudaron en intervenir militarmente. La retirada progresiva de las potencias europeas de la región, dejaron el campo libre a los Estados Unidos. Se podría parafrasear la frase del presidente Porfirio Díaz hablando de México: «Pobre Caribe, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos». La revolución cubana de 1959 puso brutalmente al Caribe en el primer plano de las preocupaciones americanas. En 1962 fue escenario, en plena crisis de los cohetes, de la última y más peligrosa de las crisis de la guerra fría.

Tras la desaparición del «Bloque del Este» y el consecuente aflojamiento de la tensión, los desafíos ideológicos y militares de la región se han difuminado sensiblemente. Sin embargo, los Estados Unidos siguen atentos a lo que pasa en el Caribe, y en particular, a todo lo que se refiera a sus intereses estratégicos y a su propia se consecuente seguridad. Para los Estados Unidos, el Caribe es una zona de tránsito de la droga que abastece al mercado norteamericano, zona de tránsito de los súper tankers y salida del canal de Panamá. También es la ruta por la que tratan de entrar flujos importantes de emigrantes clandestinos (haitianos, cubanos), y productos de contrabando procedentes del sudeste asiático.

Los Estados Unidos siguen siendo en todos los sectores el principal actor de la vida regional. Presentes físicamente a través de cinco de sus Estados pero también a través del Estado asociado de Puerto Rico y de sus dependencias (Islas Vírgenes US), mantienen en la región un importante dispositivo militar (base de Guantánamo en Cuba. Las bases de Panamá se devolvieron en 1999). Su divisa es de facto la principal moneda regional y sus multinacionales están instaladas, sobre todo, en Centroamérica que tiene un mayor potencial agrícola y minero. Vigilan directamente a Haití y mantienen el embargo a Cuba (ley Helms Burton). Se les ha autorizado también a actuar contra los narcotraficantes en el espacio marítimo y aéreo de varios países.

En las últimas décadas del siglo XX se tomaron diversas iniciativas de cara a una estructuración económica y política de la zona, CBI (Caribbean Basin Initiative) en el año 1982, ALÉNA (Acuerdo de Libre Cambio Norteamericano), ZLEA (Zona de Libre Cambio de las Américas) reactivada por Bill Clinton y diversas cumbres de las Américas. Todas estas iniciativas, con la marca del tiempo y con el estilo de cada presidencia americana, tienen como objetivo una mayor integración de la región dentro del área de influencia directa de los Estados Unidos. Fuera de la oposición frontal de Cuba y Venezuela, los Estados de la región participan, cada cual con sus diferencias, en esos mecanismos de cooperación buscando al mismo tiempo, salir de una relación demasiado exclusiva y desigual, apoyándose en el fortalecimiento de las solidaridades y en el desarrollo de las relaciones con América del sur (MERCOSUR), con Europa y, más recientemente, con Asia.

Autores : Patrice Roth, Monique Bégot, Pascal Buleon

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