¿Cuáles son las dinámicas que animan el Gran Caribe?

Dar una respuesta permanente a esta interrogación es lo que propone este Atlas electrónico.

Desde el archipiélago que se extiende en casi 4000 kilómetros (de la extremidad de Florida o de las costas del Yucatán a Venezuela) hasta el continente; desde Panamá hasta Puerto rico o desde Cuba hasta Trinidad, son muy diversas las realidades, aunque tienen mucho en común tanto en la historia como en la vida cotidiana y en la percepción del mundo que tienen sus habitantes.

El Caribe es un mosaico.

Es el mosaico de las muy pequeñas entidades del archipiélago, él de las islas más grandes de las Antillas mayores, y por fin él de las costas de los grandes países que lo bordean y que también pertenecen al gran Caribe, aunque se percibió diferentemente esta pertenencia durante los siglos pasados.

Se organiza el gran Caribe en torno al mar, en los 4,3 millones de km² del mar caribe y del golfo de México.

Este mar fue el vehículo de la edificación histórica, económica, política y cultural de todas aquellas sociedades, tanto en sus semejanzas como en sus variaciones y diferencias.

Mediterráneo Americano

Es un mediterráneo americano que, tras ser un elemento clave en la acumulación de riquezas en las potencias coloniales a través las islas azucareras y una cabecera de puente para la colonización del Nuevo Mundo, se empara desde hace más de un siglo bajo la protección tutelar de la principal potencia económica y militar del siglo XX, los Estados Unidos.

La influencia norteamericana es decisiva, omnipresente, pero dista mucho el Caribe de reducirse a esta realidad. Más allá de la excepción cubana, muchos acontecimientos muestran, desde hace decenios, la presencia de diferencias y de cartas que barajan todos los actores de aquel gran mosaico espacial. Existe una combinación constante entre el papel decisivo de la gran potencia, la afirmación de cada una de las entidades del Caribe y las tentativas diferenciadas de cooperación.

La historia particular de cada entidad, los vínculos con las antiguas metrópolis, la presencia directa todavía de algunos estados europeos, la relación actual con la unión europea, la entrada de los países de Asia en el juego, las resonancias con la evolución de los países de Centroamérica y América del sur, las modificaciones económicas y energéticas a nivel mundial, la importancia particular de Miami que no es sino una gran ciudad del Caribe, todos estos datos contribuyen a una nueva formulación de las situaciones del Caribe.

Lo que abarca las situaciones económicas de todas las sociedades, su importancia en la creación de riquezas y en los flujos internacionales, su nivel de cooperación o su posición política en el mundo contemporáneo.

El atlas del Caribe analiza a diario esta diversidad, estas trayectorias comunes y esta matriz de identidades plurales.